Cuando jugamos con Spore además de divertirnos, tomamos decisiones. En este mundo virtual somos el CREADOR y damos vida a nuestra criatura y decidimos qué estrategia vamos a seguir para su supervivencia. Algunas decisiones suponen un dilema moral, ¿es mejor cooperar o competir?. Responder a esta pregunta supone convertirnos en expertos y defender o rechazar teorías sobre la evolución.